Un día el amo volvió a casa de mal humor y cansado. Cuando entró a la casa vio al perro acostado en su sillón favorito. Entonces cogió al perro y lo tiró. El perro estaba sorprendido y asustado. Luego el amo se dobló las mangas de la camisa y se quitó la chaqueta. Estaba un poco sorprendido cuando el perro le llevó las zapatillas. Se sentó en el sillón, se quitó los zapatos y se puso las zapatillas. Estaba sorprendido otra vez porque el perro le llevó los cigarros. Estaba muy contento y sonrió. Encendió un cigarro y comenzó a fumar. El perro le llevó el periódico y el amo le acarició la cabeza. El perro movió la cola muy contento. Entonces el amo pensó: cuánto lo quiero!” El perro movió la cola otra vez porque estaba muy feliz. El amo estaba muy sorprendido y confundido cuando vio que el perro volvió con la correa y el collar.
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